5 errores comunes al preparar una infusión (y cómo evitarlos)
3 de noviembre, 2025
¿Preparas infusiones pero sientes que algo falta? Evita estos errores comunes y disfruta de una infusión perfecta.
Preparar una infusión puede parecer lo más sencillo del mundo: agua caliente, planta, y listo. Pero la verdad es que hay pequeños detalles que marcan una gran diferencia entre una infusión correcta y una taza que realmente se disfruta y conserva todas sus propiedades.
Aquí te compartimos los errores más comunes que solemos cometer al preparar infusiones, y cómo evitarlos para que cada taza sea una experiencia perfecta:
- Usar agua hirviendo con todas las plantas. No todas las plantas soportan las mismas temperaturas. Algunas, como la manzanilla o la hierbaluisa, pierden parte de sus propiedades y sabor si las preparas con agua a 100 °C. Lo ideal es utilizar agua entre 80 y 90 °C, especialmente para mezclas delicadas.
- Tiempo de infusión inadecuado. ¿Crees que más tiempo significa más sabor? ¡Error! Si dejas la planta demasiado tiempo, puede volverse amarga o astringente. Consulta siempre las recomendaciones de cada mezcla. En general, entre 5 y 10 minutos suele ser suficiente.
- Cantidad incorrecta de planta. Tanto usar demasiada como muy poca cantidad afecta el resultado. Con demasiada, puede ser demasiado intensa o incluso desagradable; con poca, apenas notarás el sabor ni los efectos. Lo ideal es usar una cucharadita colmada por taza (aprox. 2 g).
- Reutilizar las hierbas. Aunque pueda parecer ecológico, las plantas ya infusionadas han perdido la mayoría de sus propiedades. Al reutilizarlas, lo único que obtendrás será un sabor aguado y sin beneficios reales. Mejor, aprovecha al máximo la primera taza.
- Almacenamiento inadecuado. Dejar las plantas en envases abiertos, cerca de la luz o en sitios húmedos hace que pierdan su frescura, aroma y propiedades. Guárdalas siempre en botes herméticos, en un lugar seco y oscuro, lejos de fuentes de calor o sol directo.
Recuerda: una buena infusión no solo depende de la planta, sino también de cómo la preparas. Cuida estos pequeños detalles y transforma cada taza en un momento especial.